|
Unai leyendo 'El Gran Gigante Bonachón', de Roald Dahl, a su hermana, Amaia |
A partir de determinada edad, leer es casi siempre un acto
íntimo. Aunque leas en un vagón de metro en la hora punta, en una biblioteca
llena de gente, en un aula concurrida o en casa de una familia numerosa, suele
ser una actividad que se realiza en solitario.
Pero, a esas lecturas solitarias, siempre se le puede añadir el
placer de compartir.
Compartir la búsqueda de un título, el sabor de una historia que
cautiva o el disgusto de un libro que no gusta, el perfil de unos personajes
que enamoran o que repelen, el acierto o el desacierto del autor, de la editorial,
del ilustrador, del traductor, del diseñador... Incluso, podemos compartir la
vida y milagros de todos ellos.
Se pueden compartir todas las sensaciones, las emociones, las
reflexiones y las enseñanzas que genera una lectura; que nos genera a nosotros
y a los críticos literarios, a los libreros, a los bibliotecarios, a los
maestros, a los animadores, a los familiares, a los amigos, a los compañeros, a
los vecinos...
Y, por supuesto, se puede compartir el propio libro; el objeto
de papel y tinta.
En definitiva, se puede compartir todo lo que hay alrededor de
la lectura. Creo que sí. Y, si queremos, a pesar de lo que decía al principio,
también se puede compartir la lectura en sí. Leer en voz alta ante alguien que
te escucha, por ejemplo, sería una manera de hacerlo (una muy buena y
recomendable manera de hacerlo, sobre todo en determinados momentos).
Todo ello, el deseo de compartir todo lo que hay alrededor de la
lectura, es lo que alimenta muchos de los clubes de lectura de todas partes, y
también el Club de Lectura para chicos y chicas que hemos iniciado
recientemente en la librería L’Altell. Por iniciativa y propuesta de Irene
Sala-Tortós, 'alma mater' de este centro de actividades en torno a los libros y
la lectura (porque L’Altell es mucho más, mucho más que una librería), nos
reunimos una vez al mes desde el principio de octubre. Hay dos grupos: uno de 8
a 10 años, que conduce Irene; y uno de 10 a 12 años, que conduzco yo misma.
Y compartimos, compartimos de todo; para empezar, la alegría de
compartir lecturas.
¿Quieres saber qué leemos? ¿Y qué dicen los críticos miembros de
nuestro Club sobre estas lecturas? Muy pronto, aquí o en un lugar cercano. De
momento, ¡a seguir compartiendo!!